Algo más tarde de lo previsto, con un modesto número de
público y cubata en mano, salió Antonio Luque y su banda al escenario del
Cultura Inquieta, en Getafe. Mejor conocido como Sr. Chinarro en el mundo del
indie, este sevillano ha ido adquiriendo renombre en la cúpula de los
entendidos en materia de música alternativa española. Y es que, en los 20 años
de historia del grupo, pueden presumir de tener en su haber la friolera de 14
álbumes de estudio. Ayer era el momento para presentar en la ciudad madrileña
el último, publicado este mismo año por su sello habitual, Mushroom Pillow, “Enhorabuena a los cuatro”.

humorísticas, y sobre todo, ingeniosas, no han perdido su esencia por mucho que pasen los años.
A continuación de
“Más grande que Barcelona”, Antonio, principal compositor, y también
vocalista y guitarrista del grupo, no paró de bromear durante toda la noche
sobre la pequeña cantidad de gente que había allí congregada “¿Pero en Getafe
cuántos sois? ¿Muchos? Es para saber la proporción de los que estáis aquí”.
Comentarios que, tras despertar unas risas entre el “numeroso” público, dejaron
paso a la música de nuevo, con temas de sus anteriores discos, como “Brasilia”,
“Babieca” o “Hot Mothers”. Con “La buena”, volvieron a su nuevo largo, una
letra plagada de humor y costumbrismo, tocada en directo con una gran dosis de
batería potente y guitarras perfectamente compenetradas. “Todo acerca del
cariño” fue el siguiente corte, con ecos a la infancia y sonidos cercanos a lo
tropical, se iban metiendo al público en el bolsillo, pero en “La fuerza de la
naturaleza” vimos a un Antonio Luque quizá demasiado risueño, tanto, que le dio
un pequeño ataque de risa que le impidió cantar correctamente los primeros
versos, y por lo que pidió disculpas al acabar la canción, y aclarando las
estrofas que no habían quedado claras. Con “Tu amigo especial” reanudó ese
viaje por “Enhorabuena a los cuatro”, pero con “El lejano oeste”, que vino
después, puso la nota melancólica de la noche. Contrastó la crítica social (y
religiosa) de “Catequesis” con la nada pudorosa “Los ángeles”.

“El rayo verde” fue otro tema propicio para clausurar la
noche, de mano de un bajo acompasado y unas guitarras muy melódicas, pero sobre
todo dejando protagonismo a la voz de Antonio, poco antes de poner la guinda
final con “Del montón”.
Podría decirse que los buenos grupos terminan sobreviviendo,
pero si pueden valerse de letras sacadas de la imaginación surrealista y
plagada de buen humor de Antonio Luque y con músicos tan buenos de los que
rodearse estando de gira, su subsistencia debería estar asegurada.
Texto y fotografías: Marta García
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