Según cifras de la propia organización el festival cerró con un total de 15.000 asistentes entre ambas jornadas. Un número que siendo inferior al del pasado año no desentona teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos.
Egon Soda |
La jornada comenzó con unos Egon Soda defendiendo ante un público resguardado en la sombra (el sol que estaba cayendo no era normal) su último disco "El hambre, el enfado y la respuesta. El difícil segundo disco de Egon Soda" (2013). Temas como "Giuletta 2000", "El Dia del Padre", "Vals de Pequeña Mecánica" o, la encargada de cerrar, "Nueva Internacional", fueron seguidas por la atenta mirada de amigos y compañeros como los miembros de Miss Caffeína o alguno de Love Of Lesbian. Como por arte de magia en cuanto sonó la última nota, ese sol que tanto molestó durante su actuación desapareció por completo acompañado de un "increíble, justo ahora..." de Ricky Falkner, curioso cuanto menos desde luego.
"Ante la calurosa tarde que está haciendo ahora llega la gélida música de Darkstar", así fue presentado el trío británico formado por James Young, Aiden Whalley y James Buttery. A pesar de que el sol dio una pequeña tregua, de nuevo se posó sobre nuestras cabezas haciendo otra vez buscar la sombra al público. Sin embargo esto no empañó para nada la gran actuación que ofrecieron.
Darkstar |
Presentando su nuevo disco "News From Nowhere" (2013), se olvidaron de la faceta más ambiental de éste para encararlo de una manera más agresiva y psicodélica a través de infinitos loops, fríos efectos electrónicos y una hipnótica voz para hacer de aquello una auténtica fábrica de baile, que diría Joe Crepúsculo. Reflejo de ello fue la petición que hizo James Young al público de obviar el calor y acercarse todos a la valla en el último tema, petición bien tomada por la gente, que no dudó en ello.
Si bien las críticas de su actuación en la edición del Sónar de este año no fueron positivas, en mi opinión ayer se resarcieron bastante; a pesar de que ni la hora (demasiado pronto) ni la temperatura (demasiado calor) acompañaban, ofrecieron un muy fresco espectáculo que contentó a todos. De lo más interesante de ayer y de todo el festival.
Lianne La Havas |
Lianne La Havas demostró frescura y elegancia. La británica, que está triunfando en su país, consiguió meterse al público (había mucho fan suyo por allí) en el bolsillo desde el primer minuto. Desgranó su debut "Is Your Love Big Enough" (2012), con esa mezcla de soul, folk y pop que desprenden sus canciones, pidiendo en numerosas ocasiones la ayuda de la gente en los coros, palmas y demás.
Siempre sonriente y bastante habladora (comentó que era su primera visita a nuestro país) logró conectar a la perfección y dar un agradable show.
Algo que también hicieron los nacionales Extraperlo, que con los veraniegos ritmos de su "Delirio Específico" (2012), muy cercanos a los de su amigo Pablo Díaz-Reixa (El Guincho), hicieron bailar al público que se reunía en el pequeño escenario Nivea. Los barceloneses demostraron que tienen un magnífico repertorio liderado por grandes canciones como "Bañadores", "Ardiente Figura" o "Resplandor". Tiempo hubo también para recordar el triste cierre del Nasti Club (concluirá su actividad el próximo 27 de julio), lugar al que invitaron a todos a concluir la noche.
Waxahatchee |
Tras terminar la banda española era el turno del proyecto, de nombre impronunciable, de Katie Crutchfield: Waxahatchee. Acompañada por una bajista y un batería fueron enlazando los breves pero directos temas de su sobresaliente "Cerulean Salt" (2013).
Los que elegimos a la cantante norteamericana, en vez de a los veteranos The Fall, nos pudimos encontrar un irregular concierto que en ocasiones se quedaba corto en cuanto a contundencia. "Coast To Coast" y "Peace and Quiet" destacaron entre el resto del repertorio junto a la nada
desdeñable versión que hizo del clásico de Dylan "Knockin on Heaven's Door".
These New Puritans |
El plato fuerte de la noche llegaría con These New Puritans. Los gemelos Jack y George Barnett, y Thomas Hein han dado un giro de 360 grados con su tercer disco "Field of Reeds" (2013). Unas oscuras atmósferas con momentos realmente hipnóticos intercalados con otros totalmente inclasificables reinan en este nuevo disco. Había muchas ganas de ver cómo lo defendían en directo.
Un escenario repleto de micrófonos revelaba una gran cantidad de artistas, y así fue, hasta un total de siete. A los hermanos Barnett y a Thomas Hein les acompañaba la cantante portuguesa Elisa Rodrigues, un batería, una teclista y una mini sección de vientos compuesta por un dúo.
Tras una inquietante introducción comenzaron a sonar los primeros temas. Durante los dos primeros unas enrevesadas melodías, no aptas para todos los oídos, iban haciendo que la gente incluso abandonara primeras filas, desencantados quizá ante la ausencia ya de esas frenéticas y agresivas melodías presentes en sus dos primeros discos; no fue hasta el tercer tema, "Fragment Two", cuando aquello comenzó a despegar.
La percusión se hizo grandilocuente, todo empezó a cobrar una mayor dimensión. Tanto "Attack Music" como "We Want War" (las dos más celebradas por el público) se tornaron más oscuras y misteriosas, adaptadas a ese cambio que han experimentado en su último álbum.
Un concierto brevísimo que rozó los apenas cincuenta minutos, sin bises (cuando se despidieron pensamos que volverían a aparecer, pero allí nos quedamos con cara de tontos), preciosista y ambicioso a más no poder que dejó varios de los momentos del festival. Aún así, quizá faltó algo de esa garra que derrochaban en sus inicios.
El festival estaba llegando a su fin, sin embargo aún faltaba otro de los platos fuertes: Disclosure. Los hermanos Guy y Howard Lawrence, de apenas 22 y 19 años de edad respectivamente, eran los encargados de cerrar el Día de la Música por todo lo alto.
Con una mezcla de sonidos y voces pregrabadas y otros en directo (percusión electrónica, en ocasiones guitarra, bajo...) iban dejando escuchar y sobre todo bailar temas como "F For You", "When A Fire Starts To Burn" o "White Noise",(quizá en algunos momentos con un excesivo uso de graves) de su magnífico debut "Settle" (2013).
Acompañados además por un gran juego de luces y animaciones en la pantalla que se encontraba tras ellos, pusieron un excelente broche final y demostraron que esto es tan solo el inicio de una larga y exitosa carrera.
Por último desear que, a pesar de las cada vez más claras barreras que se están poniendo para poder realizar este tipo de festivales, el año que viene podamos seguir disfrutando de la música en directo y, en concreto, del Día de la Música.
Texto y Fotografías: Jaime Ludeña Díaz
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