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Sin duda la final de la Super Bowl es el evento deportivo del año, al menos en Estados Unidos. Solo hay que ver lo que ocurre en el descanso para darse cuenta de las dimensiones de aquello. Y es que, si además de alcanzar cifras astronómicas con el que siempre es el anuncio publicitario más caro del año, la música que suele sonar no se queda corta.
Si el año pasado fue Beyoncé la que se encargó de poner aquello patas arriba, no sin polémica (los gifs sobre sus bailes y forma física se sucedían sin parar) este año eran los Red Hot Chili Peppers y Bruno Mars quienes tenían esa papeleta, aunque fue el último el que cargó más con el peso, ya que la banda de Anthony Kiedis y compañía aparecieron tan solo ahí arriba para interpretar "Give It Away" (saltos de Bruno Mars incluidos).
Y es que Mars con una americana brillante, al igual que sus músicos, y con un espectáculo de luces para nada inferior al de otros años hizo aparición, tras, eso sí, la actuación de un coro de niños interpretando "Billionaire".
"Locked Out of Heaven", "Treasure" y "Runaway Run" fueron los temas elegidos por el artista norteamericano, que se defendió como pez en el agua sobre el escenario, solo había que ver sus bailes...
En este momento fue cuando aparecieron los Red Hot, como hemos comentado antes, con un solo tema en su repertorio dejándonos con ganas de más.
Tras ellos, Bruno Mars se mantuvo en el escenario para concluir el espectáculo con "Just The Way You Are". No faltaron los fuegos artificiales por supuesto.
Fotografía: Agencia EFE.
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