viernes, 11 de octubre de 2013

Crónica del concierto: Sr. Chinarro - Teatro Lara (Madrid)

Antonio Luque llegaba con su banda a Madrid tras un par de meses sin visitar la capital, en concreto desde el festival Cultura Inquieta, en la localidad madrileña de Getafe. Regresaba para presentar su último disco "Enhorabuena a los Cuatro" , aunque eso sí, esta vez en un recinto cerrado, en el lleno de encanto Teatro Lara.

Desde el primer instante se podía comprobar que iba a presentar una gran entrada, y así fue. Casi lleno para recibir a uno de los nombres más importantes de la historia y del presente de nuestra música independiente. En activo desde hace más de dos décadas y con un total de catorce discos y unos cuantos EP´s en su haber no hay ninguna duda de que si sigue siempre al pie del cañón es por algo.

Es cierto que el tiempo pasa, él mismo lo dijo anoche en clave de humor "el tiempo pasa, no me doy cuenta pero es cierto, el tiempo pasa, las cosas cambian...bueno... menos los fascistas, esos siempre siguen ahí" decía el sevillano. Mucho más delgado, con más pelo y más barba que en sus inicios sí, pero hay algo que se sigue manteniendo, las buenas canciones, y ahí estaba él y su banda para recordárnoslo. 

Bastante pasadas las diez y media de la noche e invitación por parte de Estrella Galicia a una cerveza por persona antes de entrar al teatro mediante, al fin aparecían en el escenario los protagonistas: Antonio
Luque y su banda (no había teloneros). 

Sin mucha palabrería y tras encontrar al fin la púa que quería, "El Destino Turístico", al igual que ocurre en el último disco, era la encargada de abrir el concierto. Y es que si hemos de hacer un recuento de qué álbum se llevó más protagonismo, lógicamente fue "Enhorabuena a los Cuatro" (con un total de cuatro cortes), aunque eso sí, lo quemó desde bien temprano. "La Buena" y "Rechace Imitaciones" sonaron entre las primeras, con una potente "Hot Mothers" entre medias. 

Todo el set fue en formato eléctrico, echando de menos algún tema en el que Luque se quedara solo sobre el escenario con su guitarra acústica. A modo de petición popular sonó "Del Montón" (también lo hubiera hecho de no ser así). Se sucedían las canciones y los discos, desde singles más recientes como "Todo Acerca del Cariño", con la cual bromeaba Antonio diciendo que podía hacerse reggaetonero, o caniche, o perro de aguas (refiriéndose con esto último a su pelo) o "Más Grande que Barcelona"; hasta otros más empolvados ya como "El Lejano Oeste", sin duda uno de los momentos más bonitos de la noche esos "campo, qué bonito el campo, vamos con los niños y con las mamás...", demostrando que en la aparente sencillez de Chinarro reside el auténtico talento.

Pero si hemos de hablar de grandes momentos no podemos tampoco pasar por alto "Babieca". Lograron recrear a la perfección esa magia que rodea el tema, como si de una ensoñación se tratase, estirando al máximo ese sueño entre distorsiones y golpes de guitarra. De esos momentos que preferirías no despertar y seguir en esa "tierra de infieles, de muchos gitanos y payos". Aunque con un desayuno ya puesto en la mesa es más fácil despertar, y eso fue "Una Llamada a la Acción", una excusa perfecta para levantarse, dar palmas y cantar eso de "en un mundo mejor, habrá que hacer el amor...", todo un himno ya. 
Tiempo hubo también para estrenar canción, la cual escribió en Madrid hace no mucho según él mismo comentó; así como para dejar en nuestras retinas, oídos y en ese recobeco del cerebro donde se quedan las letras para cantarlas al día siguiente sin parar, joyas como "El Alfabeto Morse", "Los Ángeles", "El Rayo Verde"...
Antes ya se habían ido para tomar un pequeño descanso, del cual volverían para despedirse, o eso era lo que creíamos, con "Quiromántico".Y es que mucha gente abandonaba su butaca, sin embargo y ante la sorpresa de todos, tras unos minutos, la banda volvió al escenario. "La verdad es que me da vergüenza, me da vergüenza cantar esto ahora porque el Papa nuevo es argentino y tiene un buen rollo... Lo mismo lo arregla él todo ahora, quién sabe", comentaba entre las carcajadas del público para presentar "Catequesis" (mientras aquellos que se habían ido recuperaban sus asientos), tema dedicado a su hijo en el que Luque rabió "la Iglesia da susto y me huele a cabrón encerrado, me duele la especie animal y por mi hijo declaro...".

Y es que cierto es que no fue un concierto redondo, con tanta discografía es obvio que siempre se dejará alguno de nuestros temas favoritos en el tintero. También, como dije antes, una guinda hubiera sido algún tema en solitario, sin la banda, donde en un teatro adquiere mucha más intimidad de la que por sí solo contiene. Pero aún así, Antonio Luque, Sr. Chinarro o ese hombre de pelo espeso y barba aún más, llamadlo como queráis, demostró otra vez que aún hay gente que cree en la música, que cree en lo que hace y que tiene dos dedos de frente. Bravo.


Texto y fotografías: Jaime Ludeña Díaz 

1 comentario:

  1. Me quedo con la última reflexión, que somos gente con mas de dos palmos de frente y el Luque es nuestra excepción. Jota no huyas.

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