viernes, 29 de noviembre de 2013

Houston Party ha cumplido quince años a lo grande

Houston Party sigue de celebración. Una de las promotoras más importantes de nuestro país ha cumplido este 2013 quince años desde aquel 1998 en el que comenzaron su andadura.

Nosotros hemos querido hacerles unas preguntas, pues tantos años en esta industria seguro tenían cosas que decir, y aquí las tenéis.

Recordad que a conciertos que ya han tenido lugar, como los de The Pastels, Retribution Gospel Choir, tindersticks, Acid Mothers Temple, The Posies, Low, Youth Lagoon, Sam Amidon, Dodos, Spain, Austra o Baths, se le suman los aún pendientes de The Wave Pictures, The Waterboys, The Tallest Man On Earth, The New Mendicants, Damien Jurado, Destroyer -solo-, Anna Calvi y Mount Kimbie, entre otros. Desde luego una de las promotoras más activas y con las propuestas más interesantes y variadas.


Tanto si queréis ver todos los próximos conciertos que organizan como para más información podéis entrar en su página web.



P: En primer lugar felicidades por vuestros quince años, son sin duda un motivo más que de sobra de felicidad y orgullo. Cuando nació Houston Party, en febrero de 1998, ¿cuál era vuestro objetivo inicial? ¿Hacia dónde pensabais dirigiros? ¿os imaginabais llegar a trabajar con todas las bandas que lo habéis hecho? ¿Pensabais llegar tan lejos?

R: No, al principio no imaginábamos todo esto. De todas formas, la imaginación es un tren que avanza sin raíles, así que puede salir disparada hacia cualquier destino, y a veces hasta acierta (de casualidad, claro). En realidad, una cosa ha ido llevando a la otra y sí que ha habido momentos donde se ha intuido, más que imaginado, lo que iba a venir después o en lo que te podías acabar convirtiendo. Fichajes clave, giras que nos han hecho subir un escalón, etcétera.


P: Comenzasteis con una doble actividad, por una parte eráis discográfica (pusisteis en circulación “We Have The Facts And We Are Voting Yes”, de Death Cab For Cutie, por ejemplo) y por otra promotores de conciertos. Sin embargo ahora sólo os dedicáis a la segunda, ¿echáis de menos vuestra primera faceta? ¿Cómo veis ahora el mundo de las discográficas?

R: Se echa de menos en el sentido de que somos melómanos y nos siguen gustando los discos. Todos tenemos, además, ya una edad, así que nos criamos con eso, en aquel mundo de casetes grabadas, lo de los iPods, las descargas y todo eso ha sido una obligación sobrevenida. Somos de los de ir a la tienda, etcétera. Pero el romanticismo es una cosa y los negocios suelen ser otra. Y no es este país para viejos melómanos. Así que ahora sacamos discos con cuentagotas (el próximo, el debut homónimo de los ingleses Eagulls, en marzo). En general, ser una discográfica pura y dura, hoy, mañana y pasado mañana, es un ejercicio casi temerario.


P: En quince años habréis podido ver grandes cosas sobre los escenarios, es inevitable, pero si tuvierais que elegir algún momento, directo o banda realmente especial, ¿con cuál os quedaríais?

R:Hay varios. Muchos. Están los más evidentes, los de subidón. Sin ir más lejos, nuestra apuesta por Alabama Shakes. Asumimos el riesgo y nos encontramos con un “sold out” en Barcelona este verano a mediados de agosto. Tremenda alegría. Pero también en Barcelona Will Johnson congregó a no más de quince espectadores en su primera actuación en la ciudad, que fue de lo más emocionante y no menos especial que la de Alabama Shakes.



P: ¿Hay alguna banda en especial que os encantaría traer?

R:Hay varios nombres, no solo uno. Pero mejor no mencionarlos. En este negocio hay de todo, desde gente que aún cree en el amor universal y los diez mandamientos hasta grandes profesionales de la puñalada trapera. Y podría ser que uno de estos últimos leyese esta entrevista. Así que pasamos palabra.


P: Cada vez son más los grupos que en sus giras europeas no eligen España como uno de sus destinos ante las trabas que el gobierno parece estar poniendo a la música en directo y al mundo de la cultura en general. Vosotros sois quien de primera mano mejor podéis saber esto, ¿creéis que estamos ante el momento más complicado de la música en directo? ¿Es más difícil traer grupos ahora a nuestro país de lo que lo era cuando comenzasteis?

R: Es relativo. Antes era difícil porque el sector no estaba tan estructurado y todo era más incipiente. Más en plan “la fiebre del oro”. Como pasa en todo ese tipo de contextos primerizos, con una gira podías pegar el gran pelotazo o acabar comiéndote los mocos a la intemperie. Luego la cosa se ha ido consolidando, profesionalizando, hay que tener en cuenta que el indie ha pasado de ser un segmento casi residual del mercado (al principio) a parte del mainstream (en la actualidad). Eso tiene su parte buena y mala. Lo jodido de la situación actual en España es que la música en directo (y no solo en directo), razonablemente legislada, aprovechando el conocimiento obtenido por las partes implicadas esos últimos lustros, podría dar de comer a bastante gente, generar negocios colaterales, inyectar dinamismo a la cultura e impuestos al erario público (más de los que entran con el sangrante 21 % de IVA)... Pero entonces no sería España.


P: Por último, son 15 años pero supongo que esperaréis estar mucho más. ¿Os habéis marcado algún objetivo de cara al futuro?

R: Vemos el futuro bastante a corto plazo. Para eso somos cortos de vista y así vamos a seguir. A veces tiramos de prismáticos para intuir un poco por dónde irán los tiros no a largo, sino a medio plazo. Pero es el día a día, el ir mirando al suelo para no tropezar con la piedra que tienes justo delante, lo que hace avanzar hacia el futuro.

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