jueves, 30 de mayo de 2013

Crónica: James Blake - Teatro Kapital (Madrid)


Un James Blake casi místico da muestras de su madurez en la capital





Con un temporal digno de su país natal (Reino Unido), el público madrileño (y no tan madrileño) recibió a James Blake tras una larga espera. Una espera, eso sí, amenizada por el DJ Headbirds, ovacionado por el público conforme su sesión iba in crescendo. Las melodías pegadizas que iba pinchando se encuadraban perfectamente en el estilo de Blake, si bien eran más bailables. Eran las nueve de la noche cuando el chaval se despidió de la multitud con una gran sonrisa de agradecimiento. Era el turno de James Blake.


A eso de las nueve y veinte, salió al escenario, sonriente y acompañado por dos excepcionales músicos que le ayudarían a crear la atmósfera mística del concierto.

James no se anduvo con tonterías y comenzó pisando fuerte, con el hipnotismo de la magnética "Air & Lack Thereof". El público no hablaba, se movía al ritmo, con un gran respeto hacia el artista que tenían delante (no suele ocurrir en todos los conciertos, por desgracia).

Con más soul, con una voz más desgarradora, comenzó a interpretar las primeras notas de "I Never Learnt to Share", que provocó la euforia del público. Era curioso ver cómo la gente se sabía las canciones, pero no las cantaban. Solo se quería escuchar la voz del joven prodigio, nada más.
Intensidad a pasos agigantados, eso es ver a James Blake en concierto, y aún quedaba mucho por delante. "To The Last" fue su manera de decirnos por qué su disco se ha colado entre la lista de los mejores de 2013 y, sin duda alguna, nos convenció.

James se disculpó con el público por unos problemas técnicos que fueron rápidamente solucionados: "perdonad estas dificultades; los efectos secundarios de trabajar con tanta tecnología son estos".
Unos cuantos temas después, hizo bailar al público con "CMYK", tema incluido en el EP del mismo nombre, puramente electrónico. 
El público se iba animando más y más, con estos compases cada vez más rítmicos.
Hacia la hora ya de concierto, llegó el turno de la gran versión de Feist, "Limit To Your Love", sentimiento a flor de piel en todas en cada una de las personas allí presentes. Alargó el tema haciendo uso de la tecnología ,de la que antes hablaba , durante unos cuantos minutos más, y la reacción del público no podía ser más alentadora. De esos instantes que esperas que nunca acaben...


Antes de los bises, "Overgrown", y una movida "Voyeur" (llegó a parecer una rave de excelente gusto), despertó las ganas de bailar de los allí presentes con una versión más larga que la incluida en el disco. 

"Retrogade" fue el punto y aparte de este concierto, momento en el que uno se deja llevar por su voz suave y llena de matices, que impedía pensar en algo más que no fuera ese momento.


Tras unos pocos minutos de aplausos sin interrupción, James y sus músicos volvieron a hacer hacer acto presencia, esta vez para clausurar el concierto, con "The Wilhelm Scream" y ya, a solas con James y su piano, la emotiva "A Case of You", que cerró el mágico y espectacular concierto de este joven prodigio que, no sólo ha dejado uno de los mejores disco del año (y quién sabe si de algo más) sino que muestra que lo sabe llevar de una manera magnífica y muy madura al directo.

Un concierto de 9.

Fotograías y redacción: Marta García

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